lunes, 11 de junio de 2012

REFORMAS AL MAGISTERIO

Actualmente un alumno para obtener el título de Maestro de Educación Primaria, debe estudiar 15 años, tres de esos años corresponden al preescolar, pre-kinder, kinder y preparatoria (en mis tiempos era sólo párvulos), luego los seis años de educación primaria, tres de secundaria (básicos) y luego los últimos tres de la carrera de magisterio.
Sin embargo, dada la calidad de maestros que están impartiendo clases en las escuelas, el Ministerio de Educación presentó una propuesta que fue aprobada y será ejecutada a partir del próximo  año.  Esta consiste en agregar dos años más a la carrera que será un bachillerato en educación, previo a los tres años de magisterio, los cuales ya no serán impartidos en institutos y colegios de nivel medio sino en las Universidades, como una carrera más.
Esto ha generado muchas protestas, tanto de estudiantes como padres de familia, y en cierta manera es comprensible que se sientan amenazados, especialmente en lo relacionado a su economía, ya que muchos padres esperan que los hijos se gradúen pronto para que empiecen a trabajar y a procurar su propio sostenimiento y en algunos casos el aporte respectivo para los gastos de la casa y una carrera universitaria no siempre puede ser sostenida por los padres especialmente cuando se tienen varios hijos.
Estas protestas han llevado a las calles a los alumnos de los institutos públicos a manifestar su inconformidad hacia esta llamada Reforma al Magisterio, lo cual no estaría mal si lo hicieran de manera pacífica y razonable, pero esto no ha sido así, han cometido toda clase de vandalismo, lanzando piedras, insultando a las autoridades que han acudido a dispersarlos por los bloqueos que causan en las calles perjudicando a los automovilistas que no pueden pasar y se quedan varados por varias horas.
Da pena ver tanto a varones como a señoritas, gritando insultos soeces a los policías y comportándose como delincuentes, haciendo pensar a la ciudadanía que qué puede esperarse de estos futuros maestros, en manos de qué clase de personas estarán dejando la educación de sus hijos.
El tema no termina ahí, los estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala, una universidad estatal, están apoyando a los alumnos de nivel medio y ellos también se han dado a la tarea de secuestrar buses de transporte colectivo para atravesarlos en las calles impidiendo el paso de vehículos, además quemando llantas, causando contaminación ambiental.  Lo más terrible de estas protestas es ver a alumnos universitarios cubiertos con capuchas y gorros pasamontañas, con armas de fuego haciendo disparos al aire, para según ellos amedrentar a los policías para que no retiraran sus barricadas.
Estos alumnos también fabricaron bombas caseras, llamadas molotov (no sé por qué tienen ese nombre, les dicen caseras aunque uno no las fabrica en sus casas), hechas con botellas de vidrio, gas y tela, la cual encendidas las tiraban sobre los agentes que estaban procurando liberar las calles.
Entonces, viene mi cuestionamiento, ¿es la educación universitaria la solución al mejoramiento de la educación en Guatemala? Me parece que no.  Es cierto que no todos los alumnos se comportan como vándalos y que es un grupo pequeño el que actúa al margen de la ley, escudándose en su supuesto derecho estudiantil, pero lo que me deja ver la actuación tanto de estudiantes de nivel medio como de universitarios, es la pérdida de valores, los principios que estas personas ya no tienen, se comportan salvajemente como si en lugar de vivir en una ciudad vinieran de la selva.
Cuando estudié la primaria, tuve una maestra extraordinaria, Isabel Rubio, ella fue de la generación que inició la carrera de magisterio al terminar su educación primaria, ya que en aquellos tiempos no existía la educación secundaria,  ¿Fue buena maestra? Yo diría que excelente.  No hace falta más años de estudios, lo que hace falta es una implementación de principios y valores que se han perdido, para que los maestros trabajen con excelencia no sólo por beneficio propio sino por el bien de las nuevas generaciones.

4 comentarios:

  1. El poder de manifestarse se ha ido degenerando en estropicios contra terceros que son los menos culpables y los mas afectados. Esperemos que se llegue a un concenso, que se sienten a dialogar hasta llegar a un acuerdo. Interesante nota Miriam.

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    1. Pues han estado dialogando en medio de las protestas, pero todavía no se ha sabido que lleguen a un acuerdo.
      Esperamos que lo que decidan realmente redunde en beneficio de la educación de los chicos y nuestro país salga ganando.

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  2. No sólo en el caso del magisterio, aquí también las revueltas estudiantiles están a la orden del día, manifestaciones y vandalismo incluido, sobre todo por el aumento del precio de los estudios y por la pretendida estandarización con el resto de Europa que, al parecer, va a disminuir el nivel que alcanzan actualmente en España.
    Creo que para ser un buen maestro hay que nacer con esa vocación. Un pensador cubano, José de la Luz y Caballero, dijo que "instruir puede cualquiera, educar sólo quien sea un evangelio vivo".
    Las motivaciones que nos cuentas aquí y que llevan a los jóvenes hoy a hacerse maestros son poco menos que detestables. Si el objetivo es comenzar a trabajar pronto, sería mejor que escogieran otra profesión (mecánico o algo así) que también lleve pocos años de estudio y no afecte de tal manera a las generaciones futuras.
    Pero bueno, estas son sólo reflexiones. El problema allí parece ser mucho más grave.
    Besos!

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    1. Don José de la Luz y Caballero sí sabía, y ojalá fuera así, que la vocación llevara a los estudiantes a elegir esta loable carrera. Sin embargo, viendo la actitud de estudiantes universitarios, nos quedan dudas si esa sea la mejor opción para mejores maestros o si por el contrario es una revisión del pensum donde los valores y principios se unan al don del maestro.
      Las clases no se han normalizado y el Ministerio de Educación no cede ante las protestas. Un tiempo perdido.

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