martes, 17 de septiembre de 2013

LA INDEPENDENCIA Y LAS GARNACHAS

Las fiestas en conmemoración de la Independencia de Guatemala de la madre patria, España, es el motivo de la feria de mi ciudad natal, Quetzaltenango.  Más o menos entre el 10 y el 20 de Septiembre de cada año, dependiendo qué día cae 15 que es la fecha exacta, se llevan a cabo todo tipo de actividades, desde que era niña la llegada de la feria era motivo de alegría y regocijo, principalmente por los juegos, esas ruedas mecánicas que con el paso del tiempo se hicieron más sofisticadas y emocionantes.
Además de los desfiles, las visitas de las reinas internacionales, grupos musicales, deportes, carreras de caballos, de motos, lo que también disfrutaba mucho era la comida, la especial de la feria, de la que sobresalen los elotes locos y las ¡garnachas!
Con el paso del tiempo corrieron rumores que las tan famosas garnachas eran hechas con carne de perro, ya que según decían, todo perro callejero desaparecía para la feria, entonces mi mamá que siempre nos ha consentido en todo, dispuso que ella nos prepararía las garnachas para no arriesgarnos por aquello de las dudas :)
Desde entonces ha sido una tradición las garnachas en la familia, especialmente en los días de la Independencia, así que este año como ya hace algunos, aproveché el fin de semana para prepararlas y celebrar con mi familia nuestra Independencia.
Este ha sido el paso a paso:

 La hecha de las tortillas, pequeñas y gruesas



 Las tortillas partidas en dos, carne y cebollas picadas y el aceite


 Las garnachas friéndose en el sartén,
algunas sin cebolla por uno de mis nietos



El producto final, cuando salen del sartén
se les pone chirmol, éste que está acá es picante, y queso seco.
Tienen que ir acompañadas de ensalada de repollo y la respectiva cerveza.
¡Salud!

domingo, 8 de septiembre de 2013

LA FRAGILIDAD DE LA SALUD

Hacía mucho tiempo que no me sentía tan mal, realmente olvidé cuándo fue la última vez que me sentí así.  Esta vez no fue una simple gripe, ni un común resfrío como lo sospeché al principio, fue un ataque a muerte de a saber qué bichos raros.

Todo empezó el miércoles cuatro, después de un día de haber finalizado mis vacaciones, me sentía muy bien a pesar que el trabajo siempre se acumula después de tres largas semanas, pero mi ánimo estaba alto, me había hecho el propósito de no estresarme, de hacer lo que pudiera en el tiempo reglamentario, así que ese miércoles mi rutina fue la de siempre.  Me levanté a las cinco de la mañana a cumplir con la hora de caminata, era una madrugada fría y nublada.

Cuando recién completé las dos vueltas y me disponía a sacar el auto del parqueo (aprovecho ese momento para ahorrar tiempo más tarde), empezaron a caer los chorros de agua, por más que me apresuré no pude evitar que el agua mojara mi ropa, no estuve con esa ropa puesta más de 15 minutos pero eso bastó para que una tos seca y persistente me amargara todo el día.
Por la noche ya era mucha fiebre, a pesar que había comprado el jarabe para la tos y el antigripal, parecía que lo que tomaba eran caramelos ¡no mejoraba!

Así pasé, o mejor dicho sobreviví el jueves y el viernes, fui a trabajar pero no queriendo hacer nada, no sé cómo pude realizar las labores, claro que el antigripal algo ayudó, y mi hija que se preocupó mucho y me estuvo poniendo lienzos fríos para bajar la temperatura, yo no tenía fuerzas ni ánimos para nada, realmente estaba dejándome vencer por la enfermedad, no le dí nada de lucha :)

Finalmente el sábado empecé a tomar antibiótico y eso ya hizo su efecto, estoy bastante mejor aunque no del todo bien, claro, tienen que pasar varios días para completar el tratamiento, lo único malo es que la medicina cura una cosa y empeora otra, me he resistido siempre a tomar antibiótico porque me destroza el estómago, ahora estoy con náuseas :(

Qué mal empezar así la semana pero ni modo, no soy inmune a las enfermedades, aunque me gustaría tanto serlo.