miércoles, 27 de febrero de 2013

54 DIAS

Han pasado 54 días del 2,013, los cuales viví sumergida entre papeles, cuentas, informes, y las tareas de casa que son obligatorias, sin nada de tiempo libre, trabajando algunas veces más de las horas requeridas e incluso algunos sábados por la tarde.
Durante todos esos días, me ausenté de muchos lugares, dejé de leer libros, empecé dos y no logré avanzar nada, porque el sueño me vencía, de lo que leía no retenía nada, mi memoria dejó de existir para ellos, así que no tuve más remedio que cerrarlos y dejarlos para una próxima vez.  Hace dos semanas empecé a leer Tereza Batista y creo que ese sí lo terminaré :) al menos ya llevo una tercera parte leída.
Por otro lado, renuncié a los juegos del facebook, había logrado reducirlos a tres, pero aún así no tenía el tiempo para ellos, o sí, lo tenía, pero reduciendo mis horas de sueño, lo que me empezó a alterar los nervios, ¿a quién se le ocurre? exceso de trabajo + pocas horas de sueño = neuritis, así que corté por lo sano y les cerré las puertas, no quería volver a sufrir esos dolores.
Descuidé mucho la lectura de los blogs, leí un tanto apresurada para no dejar de hacerlo y abandonarlos del todo, principalmente el mío que hasta la fecha ha sido publicado semanalmente, con algunos retrasos como ahora pero espero dedicarles el tiempo necesario.
Sin embargo, adquirí otro entretenimiento, ¡no tengo remedio! un nuevo grupo de amigos :) a los que conocí virtualmente para estar un poco más cerca de Rommy, eran sus amigos y me acogieron tan bien, que me sentí en familia, y ahí estoy en El Bar Fm, escuchando música y chateando regularmente, ¿qué puedo hacer? ya me di cuenta que soy muy amiguera :P
Así que todavía me quedan 311 días para priorizar y continuar con mi vida normal, mientras Dios me dé la vida.


lunes, 18 de febrero de 2013

HABLANDO DE AMORES

Hace unos días, el 14 de febrero para ser exactos, en muchos lugares celebraron el Día del Amor y la Amistad, la verdad es que cuando fui joven, ese día tenía significado, porque siempre estaba enamorada, jaja, si no era de alguien real era de un actor o cantante, cosas de la adolescencia.  Por supuesto que al madurar la cosa cambió, me di cuenta de lo comercial que se había hecho el día y empecé a ignorarlo.  Creo que San Valentín perdió una de sus seguidoras :)
Coincidentemente, en mi grupo de lectura se dio un comentario que me hizo recordar ciertas situaciones sentimentales que me gustaría compartir.  El libro se llama "Tereza Batista" y el caso es el de Januario y Tereza, Januario casado, con esposa enferma a la que quiere serle fiel y Tereza no lo deja porque se ha enamorado de él y lo provoca hasta hacerlo caer en sus brazos.  Los comentarios se dieron porque se alabó la honestidad de él hacia Tereza al contarle que no podía casarse con ella porque su esposa había sido una buena mujer, etc., etc., pero ¿y la honestidad hacia la esposa? entonces viene la disyuntiva, si contarle a la esposa que se enamoró de otra o callar para hacerla "feliz" sus últimos días, por cierto que en el libro no se menciona que la señora sea una enferma terminal, sólo dice que está enferma.  Pero bueno, como dije al principio eso me hizo recordar dos casos muy cercanos a mí.
El primero, el de Jorge y Caroll, Jorge es mi hijo mayor, se conocieron en el trabajo y se enamoraron, ella jovencita divorciada, sólo estuvo un año casada, con un niño pequeño, fueron novios durante 3 ó 4 años y de pronto a ella le diagnosticaron cáncer en el pecho.  Jorge entonces tomó la decisión de irse a vivir con ella, quería estar a su lado para acompañarla durante la operación, quimioterapias y tratamientos en los cuales él pudiera ser un apoyo.  Y lo cumplió, estuvo con ella todo el tiempo, atendiéndola y amándola mucho.  Aunque el cáncer desapareció o estaba en un período de remisión, Caroll falleció por una complicación de la vesícula, específicamente por una endoscopia que le perforó el conducto colédoco, sólo vivieron 5 años juntos.
El segundo, el de Carlos y Susy, se conocieron en la iglesia y se casaron, tuvieron 4 hijos, los dos más pequeños gemelitos, niño y niña.  Eran muy felices hasta que a Susy le descubrieron el cáncer en el pulmón, pasó por todo el proceso de tratamiento pero el cáncer no cedía, cuando ella necesitó atención especial, optó por volver a la casa de sus padres, dejando a Carlos y a los cuatro chicos en el hogar que hasta entonces habían compartido.  Por supuesto que todos los días ellos pasaban a verla y a estar con ella, fue una actitud muy loable de ambos, sé cuánto dolor hubo en las dos partes, pero su principal preocupación eran los niños.  Que ellos pudiera seguir con su vida, desligándose poco a poco de su madre, y así fue hasta el día que ella murió.
En ninguno de los dos casos, noté desamor por parte de los esposos, como le sucedió a Januario, al contrario, el amor se mantuvo fiel hasta el final, por ninguno de los dos pasó el pensamiento de buscar a otra persona que les diera lo que la esposa ya no podía dar.
Con el paso del tiempo los dos se volvieron a enamorar y se casaron, y por lo que he visto, viven muy felices.  Estos casos todavía me hacen creer que la fidelidad sí es posible.

domingo, 10 de febrero de 2013

VIDA FAMILIAR

Cuando me inicié como madre a los 19 años no tenía más experiencia que la de haber sido tía cuatro años antes, sabía cambiar pañales y darle la pacha al bebé, pero lo demás lo tuve que ir aprendiendo en el camino.
Reconozco que mi inexperiencia la pagó mi primogénito, un dulce y amoroso hijo que ha sido la luz de mis ojos, un hijo muy hogareño, atento, responsable, respetuoso, un encanto (no debería decirlo yo pero es cierto)
Dios me prestó cuatro hijos, tres varones y una niña que cuando era pequeña me reclamaba, por qué si yo iba a tener cuatro hijos no pedí dos niñas y dos niños, ella se sentía en desventaja con sus hermanos, aunque ellos la consentían y toleraban mucho, ella tenía que jugar lo que ellos disponían.
Me fui preparando mentalmente para el momento en que tuvieran que dejar el hogar, especialmente después de mi divorcio.  Sentía que sería muy difícil ver, como uno a uno, fueran dejando el nido, sobretodo el mayor.
Sin embargo, cuando se llegó el día lo tomé con mucha calma, hasta yo me sorprendí de lo bien que me sentí, ya que el mismo año se fueron los dos mayores, el primero en julio y el segundo en diciembre, me daba nostalgia ver los espacios que antes eran insuficientes, completamente vacíos.
Puedo decir que me preparé bien, lo más normal del mundo, hijos casados, hijos alejados, ningún problema.  Para lo que no me preparé y me está costando, es para tener dos hijos adultos viviendo conmigo, ya no son los niños a los que podía obligar a hacer ciertas tareas, ahora se los pido y me dicen "luego" "más tarde" y ese luego y ese más tarde no llega, ¿cómo obligarlos? ¿puedo castigarlos? ¿prohibirles ver la televisión? no, imposible, o me espero a que llegue el fin del mundo o hago yo las cosas.
Lo bueno de todo esto, es que en la parte económica ya vamos por partes iguales, en eso ninguno se escapa, además de pagar sus artículos personales, deben aportar para los gastos de la casa, eso ya es una gran ventaja, dentro de poco estaré cobrando por realizar las tareas que a ellos les corresponde y que no hacen, aunque no estoy segura que me puedan pagar, pero haré el intento.
De lo que no me he librado es de las famosas frases: "mama mire", "mama dígale" "maaamá",  ya que de vez en cuando se comportan como chiquillos a los que me dan ganas de agarrar a paletazos, pero bueno, por el momento disfruto de su compañía, lo pasamos bien, compartimos mucho, debo aprovecharlos al máximo, ya vendrá el tiempo cuando tenga que reemplazarlos con un perrito.

lunes, 4 de febrero de 2013

DENIS Y CARLITOS

El 28 de enero de 2,011 nacieron Denis y Carlitos en un hospital del Seguro Social, por un descuido involuntario, que aún no se ha determinado quien lo cometió, los niños fueron cambiados y entregados a quien no les dio la vida.
Los meses pasaron y los padres de Carlitos empezaron a notar que no se parecía a ninguno de ellos, ni a su hermanito de cuatro años.  Así que en marzo de 2,012, cuando los niños contaban con un año y dos meses de edad, solicitaron la prueba de ADN para confirmar si el niño era su hijo o no.  Después de 92 exámenes y cinco meses después, en agosto de 2,012 les dieron la noticia, Carlitos no era su hijo.  El drama empezaba.
La madre de Denis, soltera, no había tenido ninguna duda en cuanto a su hijo, ella lo amaba y estaba feliz con él, de repente una mañana con una orden del juez, llegan dos extraños acompañados de las autoridades respectivas, a decirle que Denis no era su hijo, que su hijo se llama Carlos y es el que tienen los padres de Denis, la reacción de esa madre fue de rechazo, no aceptaba la realidad, fue muy triste que le quitaran a Denis y ella no aceptara a Carlitos, el niño de un año y siete meses tuvo que ir a un hogar temporal, porque el juez tampoco permitió que se quedara con sus supuestos padres.
El caso me impactó mucho, ver el dolor de ambas madres reflejados en sus rostros, sentir que en medio de la alegría de encontrar a su verdadero hijo estaba el dolor de perder a quien por más de un año le habían dado amor y protección, era tremendo.
Denis tiene un enorme parecido con su hermanito mayor, ambos se parecen a la madre.  Carlitos en cambio no se parece mucho a su madre y eso la hizo entrar en dudas, solicitó las pruebas de ADN para que no se cometiera en su caso, dos veces el mismo error, mientras los resultados eran entregados, Carlitos permaneció en custodia del gobierno, sin permitirle a quienes hasta entonces habían sido sus padres, acercarse a él, eso les era prohibido.
Finalmente, cuando los resultados dieron positivo, la madre de Carlitos se lo llevó a su casa, desde entonces ambos niños están donde debieron estar al momento de nacer.
La justicia aún no ha determinado el castigo o sanción a quienes cometieron esa gran equivocación, la opinión pública dice que deben indemnizar a las familias por el daño causado, pero, ¿podrá un castigo reparar el daño cometido? ¿la remuneración económica suplirá la ausencia del hijo perdido?
No entiendo mucho de psicología, no sé qué le hará más daño a esos niños, si dejar de ver a sus padres sustitutos o el verlos de vez en cuando.  Mientras tanto, imagino el dolor de esas familias, tengo un nieto de la edad de un año y cinco meses, no quiero ni pensar en lo que sucedería si un día se presentaran unos extraños y se lo llevaran con ellos.  Solo Dios y su misericordia podrá sanar esas heridas.



Denis y Carlitos