Estoy empezando la cuenta regresiva para tomarme dos semanas de vacaciones, si, ya sé que 15 días no es mucho tiempo, pero me harán tanto bien.
Sólo serán dos semanas porque de las tres que legalmente me corresponden tomé una en abril para ir a Miami, a la Opening Night, el inicio de la temporada de béisbol, y no me arrepiento de haberlo hecho, fue una semana maravillosamente inolvidable.
Los planes para estas dos semanas ya están definidos, aparte de ocupar unos días para el desconecte de las actividades laborales, viajaré a Reu para visitar a mi mamá, ella estará cumpliendo sus 80 años el 25 de agosto, así que mi hermana y yo planeamos una celebración muy especial, como hace tiempo no lo hacemos.
Espero no tener ningún contratiempo y pueda salir en la fecha programada, porque ya presiento un pequeño problema, encontrar a la persona que me sustituya, regularmente lo ha hecho la secretaria, pero esta vez no podrá ser porque apenas tiene un mes de estar trabajando y no conoce muy bien el teje y maneje de mi puesto, y del resto del personal no hay otra persona que pueda hacerlo, así que estoy pidiéndole a Dios, como en otras ocasiones, que me mande a la persona idónea, la que realmente sea de ayuda, no como aquella que en lugar de ser de apoyo resultó todo lo contrario y cuando regresé encontré no sólo un tremendo desorden sino mucho trabajo acumulado.
Así que ya estoy en la búsqueda de mi sustituta o sustituto, porque puede ser de cualquier sexo no necesariamente una mujer, un hombre podría muy bien desempeñar mis funciones, ya una vez alguien lo hizo y quedé muy satisfecha con su trabajo.
Bueno, espero que mis planes no se vengan abajo para que el 20 de agosto, pueda celebrar mis 22 años de servicio con unas buenas vacaciones. ¡Dios lo quiera!