En estos días han sucedido muchas cosas que muestran la maldad del ser humano, bueno... 'en estos días' es un decir por los últimos años, ya que las cosas vienen sucediendo muy mal desde hace mucho tiempo atrás.
Fue por eso que, al llegar en mi lectura bíblica al capítulo 28 de Deuteronomio donde habla de bendiciones de la obediencia, entre las cuales dice: "Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos".
Ymás adelante también nos habla de las consecuencias de la desobediencia, una lista muy larga, de entre la cual extraje lo siguiente: "... ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida."
Todo esto me hizo reflexionar en las veces que Dios envió profetas a su pueblo para exhortarlos a volver de sus malos caminos y reconciliarse con él, vez tras vez, el pueblo obedecía, desobedecía, volvía a obedecer y luego a desobedecer.
Lo lamentable de esto es que en lugar de mejorar, la humanidad ha empeorado, siguiendo sus propios deseos, no importando nada ni nadie, sino solo buscando la satisfacción personal, y muchas veces, quizá por la tranquilidad de conciencia, no sólo se ha desobedecido la palabra de Dios sino se ha negado su existencia. ¿Qué podemos esperar entonces? La decadencia de nuestras sociedades como lo estamos viendo en estos días.
Y lo bueno de esto es que Dios todavía está ahí, tendiendo su mano, recibiéndonos en su regazo, perdonando nuestra desobediencia y prometiendo bendición... eternamente.
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