DÍAS DE REGRESION

No estoy segura de haber escogido el título de esta entrada correctamente, pero elegirlo me estaba demorando mucho la publicación, reconozco que esta tarea no es nada fácil.

Aprovechando los días de descanso por la Semana Santa, razón por la cual he recibido algunos comentarios un poco desvirtuados sobre el hecho que las personas salgan de "paseo" cuando debieran estar en un recogimiento espiritual, no niego que tienen razón, pero algunas veces es necesario tomar esa semana para compartir con la familia.

Así que me fui a visitar a mi mamá, acompañada por mi hermana viajamos 200 kms hacia la costa sur para pasar unos días con ella.  Mi hermano también llegó acompañado de su esposa, los suertudos sólo tuvieron que viajar 60 kms.

Mi mamá estaba muy feliz, tener a sus tres chiquitines con ella, consentirlos y darles de comer es su máxima realización, aclaro que sus chiquitines oscilan entre las edades de 56 a 61 años :)

El lugar es muy cálido, las temperaturas arriba de los 35°C, así que un poco de sacrificio por nuestra parte si la hubo, ese clima le fue recomendado a mi mamá para ayudar a mantener su presión arterial lo más normal posible.

Mi hermano iba con el deseo de ir de pesca, lo cual no pasaba por mi cabeza, sin embargo, a la hora que él decidió el lugar al cual iría, todas decidimos acompañarlo para que no se fuera solo, craso error.  Viajamos hora y media por una carretera asfaltada únicamente en una tercera parte, el camino en mayor parte era de terracería, eso no hubiera importado mucho si no nos hubiera tocado viajar en la palangana de su pick up, ya que en la cabina sólo había lugar para él y nuestra madre.

Pienso que el espectáculo de tres provocativas mujeres, jajaja, viajando en esas condiciones debió verse muy cómico, teníamos tierra por todos lados y el sol hizo de las suyas con nosotras.  Lo bueno es que, como solemos decir con mi hija cuando nos suceden cosas como esas, "aquí  nadie nos conoce, ni nos volverán a ver".

Por cierto, el lugar es muy bonito, El Manchón, había poca gente porque por ser el Viernes Santo, para la mayoría es pecado bañarse, así que mientras mi hermano y mi mamá preparaban sus bártulos para la pesca, mi cuñada, mi hermana y yo, nos metimos al mar, no duramos ni 10 minutos para salir corriendo, no sé si es común o era algo extraordinario, pero había medusas nadando a la par de nosotras, así que nos aguaron la fiesta.  Afortunadamente, habían otro lugares para refrescarnos y así lo hicimos.

Mi pobre hermano se estuvo más de 4 horas tratando de pescar algo para el caldo de mariscos, jaja, pero sólo consiguió dos pecesitos y un cangrejo, no fue un buen día para él.

La estancia en casa de mi mamá terminó el día de mi cumpleaños, esa mañana mi mamá me despertó cantándome las mañanitas, fue un momento muy emotivo, lamentablemente no pude pasar todo el día con ella así que después de desayunar emprendimos el viaje de regreso, con la promesa de volver para repetir esos buenos momentos.