sábado, 8 de diciembre de 2012

¡AL DIABLO CON LA QUEMA!

Una de las tradiciones de Guatemala, es la "Quema del Diablo" celebrada el 7 de diciembre a las seis de la tarde.
Recuerdo muy pocas ocasiones, dos o quizás tres, de haber participado cuando era niña, en ese entonces ni sabía por qué o para qué se hacía.
En esa fecha se acostumbra hacer una hoguera en el frente de las casas, utilizando para ello cualquier tipo de basura que sea de fácil combustión, originalmente eran ramas secas que se conseguían en terrenos baldíos, ahora es papel, regularmente periódicos acumulados a lo largo del año, aunque la mayoría de familias aprovechan para deshacerse de la ropa vieja, muebles e incluso llantas, cualquier cosa que origine llamaradas de altas proporciones es utilizada en la competencia de ver quién logra la hoguera más grande.
Ayer, al recorrer una distancia de no más de 6 metros, me ardieron los ojos, mi garganta se resintió empezando a toser, algunos de mis vecinos una hora después, todavía tenían sus hogueras encendidas, echándoles cohetillos y toda clase de artefactos con pólvora para que explotaran entre las llamas, el cielo estaba negro de tanto humo, y el olor a quemado era terrible, da tristeza tanta ignorancia.
Como todo es negocio y no falta quien quiera sacar provecho de la ocasión, ese día se venden piñatas con figura de diablo para ponerlas en medio de la hoguera.



La creencia es que se "quema" al diablo, para purificarse, para alejarlo de las casas y estar limpios para la celebración de la Navidad, es una tradición religiosa, de origen católico-romano, que grupos ecologistas han tratado de evitar, haciendo conciencia en lo perjudicial que es, no solo daña el medio ambiente sino la salud de las personas, especialmente niños y ancianos, sin embargo, son pocos los que lo reconocen y dejan de hacerlo.
Este año me gustó mucho el eslogan que estuvieron transmitiendo AL DIABLO CON LA QUEMA, así que fui una de las que estuvo repitiéndolo con la esperanza de hacer reflexionar a la gente, porque no sólo es la contaminación, también el peligro que representa, ya que no dejan de haber accidentes, muchas casas son alcanzadas por las llamas y las familias lo pierden todo, a veces sin ser fogatas propias sino las de los vecinos. Los niños también resultan quemados cuando les explotan en las manos o en los bolsillos del pantalón, los artefactos explosivos que tienen para echar en el fuego.  Esto es muy lamentable.
Tengo la esperanza que en un tiempo no muy lejano, esta tradición quede para la historia, que se comente en las familias como algo que una vez fue pero que ya no se practicará más, por el bien de todos.

4 comentarios:

  1. No dudo que sea una buena oportunidad de limpieza de cosas viejas y quien sabe si de algo mas, pero es cierto que por lo que cuentas se ve muy peligroso.
    Eliminar una tradicion es harto dificil, pero podrian hacer cambios en aras de la seguridad, podrian hacer pocas hogueras y en lugares controlados, como hacen aqui las hogueras de San Juan a la orilla del mar, por ejemplo.
    De nuevo, gracias por compartir parte de tu entorno con nosotros!
    Besos!

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    1. Pelusa, creo que con el tiempo se ha ido aumentando el tamaño, lo que recuerdo de niña no era de estas magnitudes, ojalá se pudiera ir cambiando por el bien de todos.
      Gracias por leerme!
      Besos!

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  2. Pelusa, Tienes en tu blog una invitada de lujo, Miriam con sus reflecciones, siempre nos deja un mensaje interesante, he lamentado que se haya alejado de nuestro grupo de lectura, extraño sus comentarios.
    Las tradiciones son dificiles de eliminar e inconveniente hacerlo, sería como eliminar parte de la historia, pero generalmente lo que empezó, como una creencia popular, crece, no por conservar la tradición, sino por aumentar las ganancias de los que la propician, veo además una oportunidad de deshacerse de cosas viejas, en lugar de empacarlas y donarlas a quien lo necesita prefieren echarlas a la hoguera. Lo peor es que el menos que se quema es el Diablo.

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    1. Querida Ylbita, siempre que leo tus quejas por mi ausencia se me estruja el corazón, te prometo que para el 2013 consideraré seriamente reiniciar comentarios ;)
      En cuanto a las tradiciones, tengo la percepción de la creencia de que al dejar de practicarlas estamos eliminando parte de nuestra historia y eso es lo que nos hace continuar haciéndolo aún a riesgo de estar dañando nuestros recursos. Sin embargo, creo que la historia ya es la historia y aunque no se practique algo no se podrá borrar, pero bueno, seguimos en la lucha tratando de hacer conciencia :)
      Gracias por tus comentarios a Pelusa!
      Besos!

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