domingo, 28 de enero de 2018

BUSCANDO LAZOS FAMILIARES

Leyendo con mi grupo de lectura La Casa Maldita de Bárbara Wood, nos encontramos con una protagonista joven, 25 años, que regresa a la casa de su familia paterna, desde donde su mamá se la llevó cuando tenía 5 años, buscando sus recuerdos perdidos.
Al morir su madre y estar ella a pocos meses de contraer matrimonio, quiso averiguar lo que su madre le ocultó todos esos años y se va, dejando su vida londinense para llegar a Pemberton Hurst, propiedad de su familia.

Inmediatamente se dio el debate en el grupo, ¿haríamos nosotros lo mismo?, ¿buscaríamos nuestro origen o datos de nuestros antepasados?
La mayoría respondió que no, que no lo harían porque no tiene caso buscar relacionarse con personas desconocidas, que aunque compartan la misma sangre y apellido, no tienen nada en común.

Yo opiné que sí, que yo hurgaría en el pasado para conocer más de mi historia, saber de dónde vienen mis antepasados y mantener el contacto con la familia aunque sea de lejos.
Entonces comenté que gracias a Facebook nos habíamos conocido los descendientes Lavarreda, apellido poco común en Guatemala y desconocido en el resto del mundo, organizamos reuniones, con comida de por medio, e intercambiamos nuestros conocimientos de lo que sabíamos de nuestra familia, de nuestro antepasado, Héctor de La Barreda, quién al llegar a suelo guatemalteco cambió su apellido a Lavarreda.

La historia es muy interesante alguna vez la escribí en este mismo espacio y vuelvo a compartirla para quien quiera leerla.


2 comentarios:

  1. Que buena iniciativa, siempre es bueno conocer nuestros orígenes y estar orgullosos de ellos, iré a la otra entrada para conocer mas de los tuyos, saluditos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Verdad que sí? La mayoría en el grupo opinó que no, que no hay que revolver el pasado jeje.
      Gracias por pasar por acá :)
      Saluditos

      Eliminar