UN NUEVO COMIENZO

Otra vez estoy comenzando con la esperanza de no abandonar, ni siquiera quise asomarme a ver cuándo fue la última vez que publiqué algo por acá, siento una enorme pena por la falta de constancia, pero sin querer evadir mi responsabilidad quiero decir que tengo alguna justificación, jeje.

Debido a que mi mamá había sufrido algunas caídas, mis hermanos y yo consideramos que debíamos ocuparnos un poco más de ella, especialmente yo que sólo la visitaba dos veces al año, así que dispusimos pasar los fines de semana con ella para que tuviera ayuda para hacer compras, pagos y alguna actividad que para ella fuera dificultosa.

Entonces a mí me tocó estar con ella el tercer fin de semana de cada mes, a mí hermana que también vive en la misma ciudad en la que vivo yo, el primer fin de semana y a mi hermano que vive más cerca el segundo y cuarto fin de semana, eso limitó mi tiempo para mis actividades personales, sociales, religiosas y deportivas, jajaja, así que mi blog fue el gran sacrificado, ya que poco a poco lo fui abandonando y con él, a todos mis amigos blogueros.

Así que para reconciliarme con él y con todos, publicaré una anécdota de uno de los viajes que hice para visitar a mi mamá.

Algunas veces viajo en mi carro, conduciendo 260 kms., otras veces viajo en autobús para poder relajarme un poco y leer mucho, así es como pude leer más libros en el 2015.

Bueno, pues en uno de esos viajes en autobús, salí de madrugada de mi casa para llegar más temprano y aprovechar el tiempo, abordé el bus en la terminal que queda muy lejos de mi casa y me acomodé con mi kindle, todo iba muy bien hasta que llegamos a la mitad del camino, a una ciudad donde el piloto y su ayudante acostumbran para desayunar, lo cual no les lleva más de 15 minutos, pero ese día pasó media hora y ellos no aparecían, pasó una hora y yo estaba desesperada, cuando finalmente llegaron y continuamos el viaje, me enteré que se habían quedado viendo el juego de fútbol entre el Barsa y el Real Madrid, ese en el cual golearon a mi equipo 4 - 0 pero esa es otra historia.  Me dio tanto coraje que me propuse ya no volver a viajar en bus.

Pero tenía que regresar a mi casa y tuve que hacerlo en bus, ese día había un tráfico terrible, filas y filas de vehículos, el bus avanzaba lentamente, por ratos se quedaba completamente detenido, yo venía leyendo las últimas páginas de Millenium 4, Lo que no te mata te hace más fuerte, así que no me importaba mucho que fuéramos tan lento. De repente escuché un frenazo y un golpe, me asomo a ver en la ventanilla y veo a un señor tirado, me quedo viendo más detenidamente y me doy cuenta que es el piloto de nuestro bus!, en qué momento se bajó y a qué, no lo sé, el caso es que se atravesó la carretera sin darse cuenta que un vehículo venía en sentido contrario y a pesar del frenazo lo tiró y huyó, algunas personas del bus bajaron a levantar al piloto y a darle agua, una señora le movía los brazos y la cara de un lado a otro, la verdad es que era bastante divertido, aunque preocupante, porque no sabía cómo íbamos a continuar el viaje.

Pasado algún tiempo, sube el piloto y su ayudante, este último tomó el lugar del piloto y continuó la marcha, creo que estaba nervioso y asustado porque unos kms. más adelante, chocó un auto en la parte de atrás, volvimos a detenernos para esperar a que llegaran a un acuerdo, el cual finalmente llegó cuando le explicaron al dueño del auto que el piloto había sido atropellado y conducía con su pierna y brazo derechos lastimados, razón por la cual no pudo evitar el golpe, le dieron algún dinero y así pudimos continuar y finalmente llegar. El viaje duró 6 horas, y sirvió para convencerme que nunca más debo viajar en bus.

Y bueno, me extendí demasiado, pero sólo será esta vez, ya termino contando que mi mamá, estando sola en su casa, se cayó cuando se bañaba y se fracturó el brazo izquierdo, ya tendré tiempo de hablar sobre esto.  Saludos!