
Uno de los libros que llamó mi atención cuando leí la sinopsis, ha sido éste, El Guardián entre el Centeno, ésta hablaba de un chico de 17 años que había vivido una aventura de un fin de semana en las calles de Nueva York.
Más adelante me enteré que este libro estaba catalogado como el de mayor inspiración para criminales en Estados Unidos, así que cuando lo empecé a leer pensé encontrar una lectura muy fuerte, casi como un manual para cometer crímenes.
Pero nada de esto encontré, Holden Caulfield era un joven con muchas confusiones, perturbado por la cantidad de pensamientos que invadían su mente, impidiéndole incluso, conciliar un sueño tranquilo y reparador. Llegando a tener una mente desequilibrada.
Esa maraña de ideas que fluían en su cabeza, lo mantenían distraído todo el tiempo, tanto que no podía concentrarse en los estudios, por lo cual fue expulsado varias veces de establecimientos educativos, tenía una gran dificultad en mantener buenas relaciones sociales, no tenía amigos, le gustaba estar solo y sentía una gran debilidad por su hermana Phoebe de 10 años de edad.
Me parece que Holden, por la época en que el libro fue publicado, 1951, fue un ícono de la rebeldía juvenil, todo el tiempo con un cigarrillo en la boca, intentando vivir en un mundo de adultos, la trama se da sólo el fin de semana, pero uno llega a pensar que en ese poco tiempo, ha recorrido toda la vida al lado de Holden.
Por supuesto que es un libro para recomendar, me gustó y creo que puede ser de gran ayuda para comprender a los jóvenes en una etapa tan difícil de su vida: el temor a crecer.